Debo decir que de todos los waffles, éstos son mis favoritos. Llevaba años comiendo los waffles clásicos que eran prácticamente un bizcocho con forma bonita. Éstos son ultra crujientes, ligeros, suaves por dentro y tienen ese sabor ligeramente ácido a masa vieja.
Son bastante neutros, por lo que te servirán para preparar waffles dulces o salados, dependiendo de los toppings que agregues.
La masa madre tiene la ventaja de ser más digerible y tener un índice glucémico más bajo. La levadura es una forma muy buena de levar las masas de manera natural, sin leudantes químicos como el polvo de hornear (que, dependiendo de la marca, puede contener aluminio).
Para los de la foto los acompañé con un poco de tocino, morcilla y huevo frito a la inglesa. Quedaron 10/10; los waffles salados son mi nueva obsesión.
El procedimiento para preparar es aún más fácil que de los waffles regulares. Simplemente mezclamos todo, no hay que batir a punto de nieve.
Ingredientes
(2 porciones)
- 150g masa madre
- 1/2 tz harina
- 1/2 tz agua
- 1/4 tz mantequilla derretida
- 1 huevo
- 1/2 cda azúcar
- 1 cdta sal
Preparación
- En un bowl, mezclar todos los ingredientes.
- Calienta la wafflera sin engrasar.
- Vierte la cantidad suficiente como para cubrir la plancha inferior. Debe ser rápido porque la masa crece en cuestión de segundos.
- Cocina los waffles hasta que estén dorados. Algunas waffleras se apagan solas, con otras tienes que ir revisando. A diferencia de cocinar con horno, no hay problema si la abrimos y cerramos.
- Sírvelos con los toppings a elección.
Notas extra
- Para otra preparación puedes incluir hierbas aromáticas, queso rallado o nueces en la masa. Quedará delicioso.
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